domingo, 5 de junio de 2016

Primeros auxilios para un alma rota.

No sé si estoy segura
de si tengo asegurado
el corazón contra impactos,
a todo riesgo.
Creo que dispongo
de un seguro a terceros
y un chaleco antibalas.
Además de la incerteza
de si estoy preparada
para alimentar mis versos
con otros besos,
otras sombras.
Tras chocar con el suelo
y buscarme el alma
en otras bocas,
he aprendido
que no hay nada
como un roto para un descosido
y yo solo tengo un alma
que está cansada
de estar rota.
Has llegado hasta mí,
así que si quieres,
descóseme.
Te reto a que tires
de cada una de mis costuras,
y disfrutes del sonido
del hilo resbalando por la piel.
Abriendo cada una de mis heridas...
ya sabes,
hasta que sangren.
Que estoy avocada
al desafío
de remarcar mis cicatrices
y lucir mis remiendos
con una sonrisa puesta.
Orgullosa de haber aprendido
de la mano de otros gritos
que el peor dolor se va en silencio.
Y ahora que por fin
se ha ido
este sentimiento
de estar atada con cuerdas
a una piedra
en medio del océano:
desátame,
descóseme
y recuérdame
(o enséñame)
lo que es querer de nuevo.
Ilustradora: Victoria Santos

para querernos

Para chamarte de madrugada, 
recitarte poemas ao oído, 
cantar contigo estribeillos de Extremoduro.
Esquecernos do mundo, 
ti e mais eu, 
como facemos cada tarde, 
que arde o sol
ao ritmo das nosas linguas. 
Para dicirte "bótote de menos", 
para erguernos xuntos, 
facer o amor ao luscofusco
e conservar o amor feito
ata 
o amencer. 
Para bañarme nas túas bágoas, 
contarte as miñas mañás, 
verme sorrir, 
verte sorrir. 
Para falar en plural, 
escoitarnos rir, 
escoitarnos xemer, 
suspirar, 
escoitarnos cantar. 
Escoitar o ruído
do noso vivir. 
Para querernos
enteiros, 
para esquecer o meu olor
tendo o teu 
nas miñas sabanas. 
Para durmir
e espertar 
e botarnos de menos
como fago incluso
cando estás preto. 
Para desentoar calquera canción, 
que fale de amor
e creamos escrita para nós. 
suor e saliva, 
escuridade e calor. 
vida,
insomnio, 
teu.