No podemos contenernos.
Somos suicidas,
corazones hechos trizas buscando su mitad.
Quizás en otra vida fuimos parte de un mismo ser,
tal vez yo era la sístole y tu la diástole del látido cardíaco.
Tal vez éramos parte de un mismo proceso,
tu la media sonrisa y yo la amplia carcajada que le sigue.
Tu estrofa y yo estribillo,
tu de amor y yo de pena.
Simplemente estamos rotos como corazones.