miércoles, 24 de diciembre de 2014

II Para mi musa

"Segunda página. No me culpes por revivir viejas historias, por remover tus cenizas. Soy una egoísta, siempre lo he sido.
Los árboles están en flor, los cerezos dibujan rosados algodones en sus copas. Pero en el cielo, prendida, cabalgando sobre la punta de las montañas una ligera niebla.
Mi corazón está a su vez nublado, el aroma de las flores nacientes consigue hacer que casi pueda tocar aquellos antiguas tardes en tu regazo. Casi siento el aroma dulce de tu pelo, el tacto áspero de tus manos.
Las que se deslizaban por mi piel como si fuera un piano, creando melodías jamás escuchadas, de suspiros y "te quieros".
Y cuando hacía viento, me agarrabas de la cintura mientras una lluvia de pétalos arrancados caía sobre nosotros. Éramos los capitanes de nuestro propio Titanic, pero sin el estúpido Iceberg de por medio. Éramos dos fusionados en uno solo.
Éramos cuerdas de un violín dispuestas a expresar juntos lo más bello.
¿Y ahora? Nunca me enseñaste a sobrevivir sin tu abrazo, no puedo volar con una sola ala, a respirar con un solo pulmón, a vivir solo con la mitad de mi corazón.

Comparto mis ideas con el viento, cuento mis sentimientos a los pájaros. Y a este cuaderno, que no creo que merezca conocer nuestra historia.

Contigo aprendí a soñar con los ojos abiertos. Porque...Realidad. ¿Que la diferencia de los sueños? La realidad ocurre, los sueños también, tal vez en mundos diferentes, pero mundos al fin y al cabo.
Abro los ojos y no veo más que mentiras, realidades maquilladas, lienzos sobrepintados.
Pero me da igual. Sinceramente no me importa en absoluto lo decorada que pueda estar la verdad, voy a creer en ella, si, voy a vivir de fantasías. Porque las mentiras son, después de ti, lo más bonito que me han dicho en la vida.

Voy a dedicar mis días a soñarte, a escribirte, a extrañarte.

Siempre tuya, "