viernes, 25 de abril de 2014

Vuelve a mí

Vuelve, eres la más dulce de las palabras,
una caricia al alma,
no hace falta que me des tu sonrisa,
dame esa agonía tuya,
dame tus problemas y me conformo.
Sé que me falta una persona,
por ello me sobra todo el mundo.
Te pido que vuelvas,
que no rompas nuestra cuerda,
desde que no estás...
me alimento de esperanzas,
nutriendo mi tristeza de mentiras.
Son suspiros retenidos,
los que empañaron tus ventanas,
¿y ahora ya no me ves?
¿estás por odio cegada...?
Y es que sencillamente te fuiste,
desvaneciendo tu persona con el viento,
ahora se que en común,
solo quedan los recuerdos.
Ven. Demuestra que estás viva,
porque pareces un cuerpo sin alma,
un hogar sin más que fachada,
sin  fuego ni hielo,
solamente meros versos,
pintadas descontinuas,
intentando definir el paisaje de tu alma,
la obra de arte de tu personalidad,
tapada por la rabia,
por la manta de la inseguridad,
y las miradas falsas.
Escondida bajo el telón del "que dirán...",
reteniendo lo mejor y lo peor.
Pero ¿sabes? a mí me da igual,
no temas.
Si me das tus defectos yo con ellos me conformo. 

Entonces, ¿vuelves? Recuerda; no tienes por qué, no soy ningún buen motivo, pero para mí no existen imperfecciones en tu alma. Ojalá todos estuvieran hechos con el mismo patrón que tu, no habría guerras, y apenas problemas. Pero no, pensándolo mejor; lo más bonito de ti es que eres única. No cambies.