viernes, 19 de septiembre de 2014

Libertad

A veces me gustaría morir. Pienso que sería muy sencillo acabar con todo, sin más. Dejar que mi sangre fluyera, que corriera libre para oxidarse con el aire.
 Sería un poco como una ironía del destino, cuando crees que vas a liberarte y te topas con más rejas que impiden tu salida.
Quizás en ciertos momentos, sí que he muerto realmente. Aunque nunca haya dejado de existir.
Pero, ¿qué es la existencia si dejas de vivir? ¿Simplemente la corriente manera de estar presente sin corresponder con una lágrima?
Hay veces en las que simplificarlo todo con explicaciones no es suficiente para entenderlo.
La existencia dejaría de vivir si supiera lo que hoy día se hace con los que habitan en su lecho.
Pero ciertamente, la vida no es más que un puñado de 'peros'. La cuestión es innegable pues, ¿quién no va a aceptar una objeción sino la misma libertad?
Llamadme escéptica pero prefiero morir viviendo que vivir en esta cárcel de muerte.

 Cualquier persona,
 Sobre la faz de esta impredecible tierra,
 Temblará bajo el peso de mi pluma
 Que blando y empuño cual arma
 En la más dura de las guerras.