domingo, 1 de junio de 2014

Aquella foto frente al mar...

Hola y adiós. Quiero que sepas que me voy. Que nada está bien. Siempre he sido como el resto, por eso te dejo esta carta. No me atrevo a mirarte a los ojos y hago lo que los cobardes.
Sé que tal vez no te cuadre, ayer era feliz contigo, entre risas y besos tejimos aquellos días que ahora ya son pasado.
Estoy arta de enloquecer por el mundo y de pensar que el mundo está loco.
Dejé atrás todo para estar contigo. Te miré y solo vi en ti una persona con prisas de vivir, pensando en el futuro y dejando a un lado el presentr.Sin dejarme sentir, sin dejarme latir.
Estaba enamorada, sigo enamorada. Pero solo de esa parte tuya que marcó mi vida. Que plasmó sus huellas en mi alma.
No quiero enterrar nuestra historia. Sigo ruborizándome al pensar en ti y reviso nuestras conversaciones. No las he olvidado, todas tus palabras se almacenaron en mi mente.
Guardo con ternura aquel momento en el que cantaste a mi oído, nuestra canción. Besa la lluvia cuando me echez de menos...
Y cuando bailamos bajo la luna en aquel campo.
Y ahora todo terminó.
No sé como. Pero sucedió.
Las noches en las que huímos juntos...
Los besos bajo el agua salada del océano infinito...
Un día me diste una flor y ahora esta seca.
¿No fue suficiente todo lo que arriesgué? Tu permaneciste indiferente. Tu vacuedad fue el problema. Tu perfección. Tu siempre sonriente boca. Tu vida sin problemas.
Seguramente ahora estarás con otra mejor. Seguramente me habrás olvidado.

La chica rompió la carra decepcionada. No tenía sentido enviar esa carta ahora a un chico que seguramente ya no pensaba en ella.

Mientras tanto en otra parte de la ciudad...

Un chico juega con la tristeza. Llorando recuerda aquellas noches en las que huían juntos. Dándole vueltas a aquella foto frente al mar.
La echa demasiado de menos como para intentar besar la lluvia...