jueves, 25 de junio de 2015

Encadenados.

Encadenados estamos,
de pies, de manos,
de mente, de espíritu.
Encadenados cómo esclavos,
creyéndonos libres,
creyéndonos fuertes.
Dependientes cómo estúpidos,
de lo que nos manden depender.
Homogéneos cómo ovejas,
sin manifestar más necesidad
que la de alimentarnos y subsistir.
Carentes de arte, cómo animales,
acobardados, amenazados,
por nuestro igual.
Más matemáticas que poesía,
muchas sumas y pocas rimas,
materiales cómo plásticos.
Estatuas que no se mueven,
que no lloran ni ríen,
robots que obedecen.
Vacíos, libros que no tienen más que tapas,
belleza industrial,
personalidad comprada.
Copias absurdas, encadenadas
a los tópicos,
a los tabús.
A nuestro pasado.
Lo peor de todo,
es que estamos encadenados,
y creemos que somos nosotros los que movemos el hilo.
Que tontas marionetas.


martes, 23 de junio de 2015

show



        Love of lesbian, 

¿Y dónde están las ganas de recuperar ese jamás del que tanto hablabas?
¿Dónde irían a parar todos aquellos parpadeos cansados, suspiros de alivio?
¿Todos los gritos que soltamos al viento?
¿Se borrarán con la lluvia nuestras iniciales?
¿Quién borrará las palabras en vapor de cristal?
¿Quién bajará el telón cuándo termine el show?
¿Quién correrá contigo bajo la lluvia?
¿Cuándo te percatarás de que soy un cristal a punto de estallar?
¿Cuándo, cuándo?

                                                            Atentamente, El fin






lunes, 15 de junio de 2015

Aciago.


SI TE VAS... - EXTREMODURO

No nos miramos, ni siquiera nos atrevimos a pestañear. No tuvimos valor suficiente de hacer que los ojos coincidiesen en el tiempo, en aquel lugar. Y por eso nos perdimos.

A ese instante atribuyo la soledad que entre mis sábanas siento, la timidez con la que todavía me cuesta mirarme desnuda al espejo. Todo lo que no consigo preguntarme mientras duermo. A ese momento culpo de no haber podido sentir el tacto de tu cuello moreno por el sol, de no haber podido enredar mis dedos entre tu pelo, de no haber sentido que cada vez que me acercaba a ti la distancia entre nosotros dejaba de existir, de que no hubieses podido respirar a mi espalda.

Porque me hubiese gustado besarte recorriendo cada rincón del espacio en tus labios, mientras acaricio con las yemas de los dedos cada uno de los lunares de tu rostro. Buscar contigo un lugar en el que podamos irnos a mirarnos de cerca todavía más. Un lugar en el que me cantases esa canción que tanto me gusta, esa canción que sin que me la hubieses dedicado alguna vez, sé que es nuestra.

También me hubiese gustado haberme aprendido tu olor en cada uno de los recovecos que tanto escondes, que sonrieses por mi causa, al coincidir mis ojos con tus manos y que adivinases qué buscaba con ello. Que te despertases con la esperanza de que, al girarte, yo estuviese aún dormida, para poder despertarme a tu forma que, imagino, sería increíble.

Que me encantaría que estuviésemos a tiempo de rectificar y que me cogieses entre tus brazos y me abrazases para que nunca pudiese soltarme. Y yo jamás lo haría. Simplemente me quedaría mirando con ojos brillantes a los tuyos, que hacen que se me olvide mi propio nombre. Y tú acariciarías mis manos con suavidad, presionando mi corazón hasta que me pareciese que se rompe; me daría cuenta de que jamás lograrías que dejase de quererte tanto, tanto que me duele darme cuenta de que es cierto. Tú posarías tus ojos sobre mis labios queriendo mandarme un mensaje contradictorio que yo entendería sin siquiera utilizar una sola palabra. Y, en ese momento, me besarías tan despacio que pensaría que se estuviera parando el tiempo, y mi piel se erizaría así como sintiera tus labios acariciando los míos. Me susurrarías algo casi indescriptible, y así nos quedaríamos, en una eternidad inversa en la que el caos de nuestras sábanas solo se arregla diciendo adiós. Una palabra que nosotros jamás pronunciaríamos. Porque ya te dije que quererte tanto dolía, y jamás querría dejar que este dolor afrodisíaco cesase.

Que sufro por cada paso que das sin mí al lado, que no son pocos. Que pienso en si respiras, en si cruzas la mirada, o si la desvías, en si todavía tu pensamiento tiene un hueco en su apretada agenda para dedicarme espacio.

Pero cada segundo que pasa esta falsa realidad se aleja. Aunque me hubiese gustado saberlo cuando aquella noche, tras no mirarnos, comencé a pensar que todo esto era posible.

miércoles, 10 de junio de 2015

La mano

"y esas manos tan puras como el coral"

Eran frágiles cómo coral, los dedos finos solo un sencillo anillo de plata lucía en el anular.
Delgados y huesudos detonaban sencillez y elegancia. A partes iguales.
Parecía poder convertir en perlas todo cuánto rozaba.
Era natural, cómo una playa virgen, de clara arena.
Nunca pensé que un hombre se pudiera quedar prendado de una mano. Los hombres si fijan en cuerpos esculturales, largas piernas y elegantes cinturas.
Sin embargo cada vez que caía la noche me asomaba al balcón y desde allí podía ver como un brillo repentino, la mano femenina en el balcón opuesto, acariciando la barandilla con tal delicadeza que me hacía ruborizar.
No había rostro, la densa y traicionera oscuridad impedía ver más.
En cuánto amanecía buscaba esa mano, y cuándo parecía haberla encontrado caía en la cuenta de que el anillo era de oro y no de plata o la mano estaba ligeramente más bronceada.
A mi obsesión le siguió el amor, y llegó a ser tal la querencia por esa mano que le ponía diferentes rostros.
A veces, en mis sueños, la dueña de esa mano era una joven rubia que tocaba el piano.
Otras veces era una bella mujer que le revuelve el pelo a su hijo.

viernes, 5 de junio de 2015

rotos

No podemos contenernos. 
Somos suicidas, 
corazones hechos trizas buscando su mitad. 
Quizás en otra vida fuimos parte de un mismo ser, 
tal vez yo era la sístole y tu la diástole del látido cardíaco. 
Tal vez éramos parte de un mismo proceso, 
tu la media sonrisa y yo la amplia carcajada que le sigue. 
Tu estrofa y yo estribillo, 
tu de amor y yo de pena. 
Simplemente estamos rotos como corazones. 






martes, 2 de junio de 2015

Dios

**Todo esto desde el total respeto a la gente que cree en dios, es MI OPINIÓN, que no es ni la mejor ni la más certera, simplemente es LO QUE YO CREO, espero no ofender a nadie**
"Es graciosa la manera en la que nosotros sabemos que los homosexuales existen, pero no sabemos si Dios existe, pero les negamos los derechos a los homosexuales porque de pronto eso podría enojar a Dios."


Algo a lo que atribuir los fracasos.
Al que culpar cuando llueve y se estropeen las cosechas.
Algo que han creado porque no les apetecía pensar el por qué de las cosas, algo porqué ha habido una tormenta y no tienen más explicación.
Algo a lo que rezar para conseguir nuestros propósitos.
Algo a lo que poner cómo móvil en las guerras.
Algo por lo que matar y vivir.
Algo que nos mantiene presos en un monasterio.
Algo que condiciona nuestras vidas, nuestro calendario.
Algo que ensalza al hombre y atribuye a la mujer el hecho de que el mundo sea una mierda y no sigamos viviendo en el paraíso.
Algo que nos hace sentir culpable cuando pecamos.
Algo que decidió cuáles son los pecados.
Algo que invita a vivir en la pobreza.
Algo que dota de todo tipo de lujos y riquezas a sus representantes.
Algo en lo que no puedo creer porqué carece de lógica y justicia.
Y si me estoy equivocando, y realmente hay un Dios ahí arriba ya puedo ir reservando un buen sitio en el infierno.
Me resisto a creer en un Dios que no acepta la homosexualidad, es la principal causa de los conflictos en el mundo y no los frena, pero nos mantiene amenazados con mandarnos al diablo.