domingo, 13 de marzo de 2016

Poéticamente incorrecto.

 Pide que te quieran.
Pide que te entiendan.
Pide que se queden.
Solo cuando nadie más lo haga.
Solo cuando menos lo merezcas.
Cuando estés más ausente
porque callas.
Cuando la verdad sea latente
bajo tus párpados de estrellas
golpeados
en todos los muros
de piedra.
Cuando pienses
en todas las consecuencias
y más te ciegues.

Si como Bécquer piensas
que mientras haya una pregunta
que a la razón se oculte
y un océano que a los cálculos resista
(o algo así)
habrá poesía.
Si tienes miedo de que algún día
entiendan las metáforas
en las que te escondes.
Si el viento quiere tirarte:
pide hoy que te sigan probando.

Que todos tenemos verbas
y muy pocos sabemos usarlas.

Cuando llegue el día
en que el anhelo nos sobrepase,
solo los poetas sabremos
qué hacer para que las aguas se calmen
y vuelva la tempestad a sus inicios.
Cuando los versos se hagan cristales
y corten con cada estrofa que abarquen...
cuando llegue el fatídico día
en que convirtamos los poemas
en algo tangible;
y las lágrimas caigan a voluntad
y nadie se trague los sentimientos.
Cuando la virtud de los imposibles
se converja con lo visible
y torne
en hechos.
Cuando llegue ese momento
dejará de existir la poesía.

Solo espero que si nunca te ha importado
no influyas en su epitafio.