domingo, 13 de septiembre de 2015

Mis brumas II

Me he llevado un palo. Uno de esos que me enciende una cerilla en el estómago y desata la locura en mi mente. El hilo de la pólvora que me recorre el esófago y provoca la explosión en mi lengua. Y mientras, esperando a nueva presa, los perros rabiosos que remuerden mi conciencia asegurándose de que no queda trozo de decisión del que arrepentirse.
Y yo aquí, esperando que rompas mis esquemas en un golpe de miedo. Que consigas que deje de hacerme la dura contigo. Que consigas provocar en mí más de un terremoto y una taquicardia.
Que dejes esa mirada de soslayo, que solo estás guapo cuando sonríes. Y no te pienses que entrecerrando los ojos y mordiéndote el labio vas a conseguir dejar de amedrentarme, o acabar conmigo.
Yo ya sé que te gusta cuando te pido que no me dejes y que me sigas hablando porque no quiero quedarme dormida. Porque las noches a tu lado han adquirido un olor a desvelo entre sábanas vacías.
Y me sigo preguntando cuántos vientos eres capaz de soplar para levantar tantas faldas... y sigues sin darte cuenta de que lo único que no te interesa es dejarte atar.
Cuántos temblores producirás entre piernas más infinitas que las mías. Y cuántos besos arrancarás en miradas cuando yo no estoy.
También me pregunto si estoy loca por imaginar que piensas en mí. Que te cuesta dormir por las noches con la idea de que no estoy a tu lado. Que te mueres de ganas de arrancarme las mías a mordiscos. O que me traerías el sol y la luna, aun sabiendo que yo solo quería unos pendientes. O simplemente que te preguntas en qué pienso cuando encuentras ese vacío tan inmenso al mirarme a los ojos. Me pregunto si te dará miedo o te gustaría atreverte a saltar dentro de ellos. Me gusta imaginar que te aterra conocerme del todo. Y que sueñas con recorrer las calles y avenidas conmigo a tu lado.
Si te preocupa el tiempo o qué hacer los domingos por la tarde. Si como a Extremoduro te aterra el punto muerto o como a Marea la luna te sabe a poco.
Si eres fan de mí, de mi manera de vestir, de cada gramo de mi maquillaje y eres fan de verme presumir.
También jugueteo con la idea de que te preocupe que yo llegue a faltarte. O de que pienses que tu vida ha cambiado en algo desde que me conoces.
A veces, también me gusta fantasear con que piensas que no me mereces, o que no me das lo suficiente para hacerme sonreír... aún no llevando más que la sonrisa puesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú, ¿opinas lo mismo que yo? ¿estás en desacuerdo?¿tienes un blog que quieres que visite? ¿te gusta, te disgusta? ¡Comenta y haz brillar mi sonrisa!