Hasta siempre, capitán
-Últimamente el aire ha cambiado. La gente ya no se para a saludarte por la calle, ni siquiera se atreven a dirigirte una mirada de cariño. ¿Qué nos está pasando, papá? ¿Nos hemos vuelto más cobardes? ¿De qué tenemos miedo?
-Últimamente el aire ha cambiado. La gente ya no se para a saludarte por la calle, ni siquiera se atreven a dirigirte una mirada de cariño. ¿Qué nos está pasando, papá? ¿Nos hemos vuelto más cobardes? ¿De qué tenemos miedo?
Papá continuó con su semblante
serio y su apariencia apagada. Movió los labios para conseguir articular unas
palabras:
-Es la felicidad lo que nos asusta.
-¿Y por qué?
Bajó sus ojos sin atreverse a
hablar, con un rostro agotado y exhausto.
-¿Sabes, papá, cuál es la peor
parte? Que todavía existen las personas. Las personas que realmente se dan
cuenta de lo que ocurre a su alrededor, aquellas que no han perdido las
esperanza aún cuando nos estamos hundiendo. ¿Recuerdas aquella historia que me
contaste cuando yo todavía era un niño? ¿La recuerdas?
Asintió débilmente, sin
arriesgarse a pronunciar palabra.
-"El barco chocó fuertemente
contra aquella inmensa roca. La mala suerte nos había llevado con ella a
toparnos. El barco se hundía y comenzaba a entrar el agua. Podía ver en la cara
de aquellos soldados que me acompañaban el horror y el terror que sentían.
Escuchaba de fondo preguntas desgraciadas que se hacían a sí mismos. Algunos
murmuraban: 'Dios mío, ¿por qué a mí?'. Otros, sin nada a lo que aferrarse se
preguntaban qué habría pasado si hubieran empezado a creer. Creí morir cuando
escuché a aquellos soldados decir que su mayor desgracia era no poder despedirse
de sus hijos, no poder demostrarles a sus mujeres lo que ellos las amaban, no
poder escuchar nunca más un 'te quiero'.
Por fin reaccioné cuando escuché
salir de los labios de un compañero: 'Capitán, nos estamos hundiendo'.
En ese momento, y lo juro, solo
pensé en mamá y en ti. Decidí que aquel no era mi momento para morir, decidí
que ninguno de aquellos justos merecía tan temprana desgracia. Decidí que
teníamos que levantarnos y vivir.
Diciendo: 'Muchachos, hoy no es
el último día de nuestras vidas. Hoy es el primer día del resto de ellas.
Saldremos de aquí con nuestra valentía, nuestra fuerza y nuestro coraje. Pensad
en vuestra esperanza y visualizadla. Lo conseguiremos'. Diciendo esas palabras
logramos salir.
Cuando por fin estábamos fuera,
me di cuenta de lo afortunado que era por seguir respirando."
Una lágrima de emoción resbaló
por su mejilla. Seguidamente susurró un 'gracias' entre dientes. Le agarré su
debilitada mano con fuerza.
-Así nos estamos hundiendo, papá.
Nadie se para a apreciar lo afortunada que es por seguir respirando, nadie
consigue dar el verdadero valor a las cosas hasta que un día les faltan Y,
claro, en ese momento reaccionan y se hacen preguntas irremediables, maldicen y
odian. Sin embargo, papá, saldremos a flote. Tendré fe en las personas en tu
ausencia, lucharé por la esperanza cuando tú te vayas, cuando nos dejes capitanearé
mi propio barco. Seré dueño de mi destino como tú me enseñaste. Conseguiremos
recuperar el aire de ternura que se respiraba, el espíritu de niño que todo el
mundo lleva consigo, recuperaremos el valor de una recuperación, los colores
del cielo, haremos que los más valiosos recuerdos sean los de amor, haremos que
la más poderosa arma sea la palabra. Lo haremos tú y yo. Aunque tú ya no estés.
Papá cerró los ojos dulcemente,
mientras esbozaba una sonrisa. Aquellos últimos segundos de vida que me
demostraron su infinito amor hacia mí. Aquellos que consiguieron que rememorara
las veces que había provocado su llanto interno, las veces que había conseguido
provocar su ira y su decepción.
Pero él me quería, a pesar de
todo. Agradecí aquellas últimas lágrimas que sobre su lecho vertí, aquellas
lágrimas de dolor que sacaban de mí todo de lo que quería deshacerme. Agradecí
aquella última sonrisa que sobre su rostro sin vida reposaba y su mano,
todavía, agarrando la mía.
Hola enhorabuena por estas 50 entradas. Os deseó mucha suerte porque seguramente conseguiréis muchísimas más. Yo ya llevo 3años en blogger y me encanta ver como he crecido yo con el blog y como ha crecido mi blog. Espero que vosotras también lleguéis como yo a 3 años y contenta con todo lo que habeis hecho.
ResponderEliminarUn besazo y a seguir así!
http://el-diario-de-laura.blogspot.com.es/
50 entradas yuuujuuu,fantásticoo!
ResponderEliminarMe pareció muy melancólico el escrito :(,me recuerda algo pasado.
Abachooo :)