Buscarte en cada paso que das.
Esperarte en cada ida y venida del viento. Soñar con escuchar tu voz resonar,
quitándome hasta el último aliento.
Mataría por encontrarte, por
seguirte a todas partes, por verte sonreír. Porque sé que para ti no existo. Sé
que he aprendido a interpretar demasiadas señales confusas, demasiados
castigos. También soy consciente de que el sol te ilumina la piel, y tus ojos
brillan más cuando el cielo se despeja.
Pero tú no sabes que mis ojos
resplandecen cuando tú los miras. No eres conocedor del poder que causas en mi
mente, ni siquiera de los caminos que yo recorrería para poder descubrirte. Si
tomases mi mano, si sólo el destino quisiera juntarnos, al menos una vez, sería
el momento más feliz de mi vida.
Pero esta rueda gira y gira, y
sigo sin encontrarte en mi vida. Y estoy cansada de tener que observarte desde
la lejanía, de ver tu hermosa sonrisa desde las sombras. Estoy agotada de
esperar siempre a que la vida funcione. Me hiere las lágrimas el saber que no
estás a mi lado, resbalan sangrando por mi corazón, y no puedo evitarlo.
Mas puede que tal vez, y solo tal
vez, pueda respirarte. Sentirte de cerca y descansar mi cabeza en tu hombro.
Poder borrar una lágrima con la luz de tu sonrisa. Poder perderme en tus ojos,
y no querer volver a encontrarme. Vivirte y amarte. Y no sentir dolor cuando te
mire.
.png)
¿Será el dueño de mi destino
quien más me dañe en el alma? ¿Será el cruel destino quien me arroje al abismo
de la soledad? ¿O tal vez será mi persona, cuyo propio orgullo no me permite
avanzar?
Es atracción. Es una conexión
entre ambos mundos. Entre nuestras miradas. Sé que es algo fuerte, lo que me
mueve por dentro, lo que me encierra dentro de una prisión de soledad. Sin más
compañía que un libro viejo y canciones para aprender a olvidar.
Lo que más me frustra es no poder
ser fiel a mis propios sentimientos. Siempre con algo que ocultar. Siempre sin
algo que mostrar. Nunca mostrando mi descontento. Sin tan siquiera poder
desentrañar la raíz de mis propios pensamientos.
Quisiera ser sencilla como la
ligera pluma que tú me haces sentir. Mas enrevesada y complicada soy, Dios me
hizo así. Mirándote en la distancia, temo que así pueda seguir hasta el fin de
mis días, sola. Sin ti.
La distancia no se consume,
siempre permanece fiel al destino que nos separó. No me
hagas sufrir más, no me hagas lamentar mi propia existencia, no me hagas odiar
la vida... Porque a tu lado quiero pasarla.
Quise olvidarte poder, durante
aquel estúpido verano. Pero cuando volviste a aparecer después en mi vida, el
muro que yo había levantado alrededor de mi corazón, se derrumbó por completo.
Y sí, es cierto que mis días son
mejores desde que mi mirada te encuentra. A veces, solamente desearía que
pudieras girarte y sonreírme, sin más. También me gustaría que pudieras fijarte en lo mucho que iluminas
mi rostro. Sin darme cuenta, has hecho latir mi corazón tan rápido, que ni
siquiera creía que pudiera resistir. Si me preguntaras el porqué de todo esto,
de toda la historia, no acabaría nunca. No sé cómo describirte. Sólo puedo
decirte que me duele profundamente el corazón al mirarte.