Cállate. No quiero que oírte
siquiera respirar. Déjame un segundo de silencio. Déjame tan solo disfrutar un
ápice de mi tiempo. Déjame un instante malgastar intentando ignorar tu
existencia. Cállate. Solo te pido eso.

Permíteme que por un segundo
entierre mis más profundos sentimientos, así seré capaz de olvidarte, aunque
solo sea por un momento. Deja que me inunde de la melodía con la que los sueños
están hechos. Deja que despierte de esta pesadilla en la que has sumido a mi
cuerpo. Así podré volverme a acordar de olvidarte, podré vivir de nuevo.

Ahora quiero que repitas, una vez
más, un 'te quiero'. Repítelo y podré darme cuenta... darme cuenta de si
todavía es cierto. Si te vas, por favor, no vuelvas. Si decides quedarte, aquí
te espero... pero, lo que sí te pido, es que sola me dejes un momento.
Decidiré mirar por la ventana,
cuando note que sobre mí no está tu presencia. Miraré a través, nostálgica. Si
decido extrañarte, sed tendré de que vuelvas, quizás necesito poder necesitarte
por intentar olvidarte, de olvidar tu existencia en el tiempo. Si decido de ti
no acordarme, solo entonces, de ti me despido.
Extinguir tu recuerdo durante
solo un instante lo espero. Por eso te pido que te calles. No quiero sonreírte
más, no quiero. Quiero que dejes de abrazarme que me sueltes ahora. Eso quiero.
Déjame, por favor, vuelve a soltarme. No depender de ti deseo.
Tan solo deja de quitarme el
sueño un día, déjame un minuto atrás. Olvídate de mí un instante. Cállate. No
pido más.