tan injusta es la vida,
tan frío es enero,
tan alta es la cima.
Mirándolo me quedaría
a sus ojos infinitos,
tan claros como el día,
tan distantes como fríos.
Duele la estancia
de mi corazón, sin amar.
Tan gastada está mi vida
sin más remedio que aguantar.
Lleno silencios con llantos
aterciopelados como tu cabello
y, de querer tu abrazo por manto,
solo una sonrisa, te ruego.
como el tiempo que pasa
sin otra opción, decir: "te
espero.
Mi corazón está en tu alma".
Condenada a vagar por estos lares
solitaria, cual llanero,
esperando otros mares,
mendigando otro viento,
digo que es posible enamorarse
solo mirándote a ti.
Es posible encapricharse
aunque estés lejos de mí.
Sentirme sola en mi mundo.
Viva en mis sueños
porque tú apareces en ellos
y por eso a estos huyo.
Tan perfecta, su aura.
Tan límpida, su mirada,
tan grande, tan amada,
tan bonita, tan calma.
Aún desde la distancia,
mi corazón te pertenece
queriendo ser tu amada.