Atrás. No.
No puedo volver atrás,
no puedo
porqué desde que te conozco
la vida me arroja continuamente
a tu camino.
Hablo de que me empuja-
a seguirte y a quererte-
y mis dedos,
si no es de ti, ya no escriben.
Continuamente me enganchan,
-tus ojos, tu olor-
me llaman por mi nombre
y yo voy
y acaricio tu piel,
la siento bajo mis yemas
Me asusta la forma
en qué a veces te necesito,
más tu sonrisa resta el miedo.
No puedo volver atrás,
no puedo
porqué desde que te conozco
la vida me arroja continuamente
a tu camino.
Hablo de que me empuja-
a seguirte y a quererte-
y mis dedos,
si no es de ti, ya no escriben.
Continuamente me enganchan,
-tus ojos, tu olor-
me llaman por mi nombre
y yo voy
y acaricio tu piel,
la siento bajo mis yemas
Me asusta la forma
en qué a veces te necesito,
más tu sonrisa resta el miedo.
Salvémonos.
Recuerda,
desde que nos tenemos
me siento más libre.
Es a ti,
a quién hoy escribo.
A la persona
que conoce todas mis fobias
a la que ha acariciado mi espalda
cuándo tiemblo.
Has limado mis asperezas
con el mundo,
me has librado
de pies a cabeza
de todo lo que me contamina.
A ti,
que sabes mejor que nadie
a qué saben mis lágrimas.
Me purificas,
conviertes mis penas en bailes.
Has abrazado mis miedos
hasta romperlos.
Tú haces del mundo un lugar habitable

que sabes mejor que nadie
a qué saben mis lágrimas.
Me purificas,
conviertes mis penas en bailes.
Has abrazado mis miedos
hasta romperlos.
Tú haces del mundo un lugar habitable